viernes, 16 de octubre de 2009

EN TU ANIVERSARIO


A ti te apetece desayunar dos besos, tres caricias y un abrazo. A mí me apetece agua limpia de tus manos para mi boca; aunque mi verdadero deseo es despertar en ese ángel que no ceso de llamar en cada uno de los días que como majestuosas alas me mece en la punta de sus dedos, y te reconozco de entre todas valiente y digna sobre la miseria del mundo; sonriente, esperando a tus hijos, ayudándolos a pasar en la vida, cuidando nuestros defectos, defendiendo nuestro lugar, recordándonos nuestra valía, consolando nuestros fracasos, celebrando nuestra felicidad. Te veo en todos nosotros, en los gestos, en las palabras, en la derrota, en el sufrimiento aun más; tú llegas antes, te adelantas, padeces por cada uno, y cuando nos alcanza no queda dolor, ya todo lo consumiste, le dejaste dentro de ti, vencido, quebrado.
Te debemos tanto, tanto nos has otorgado que habría que unir el cielo en la tierra para trenzar una estrella volcada al firmamento que contenga cualidades iguales a ti para que nos guie cuando ausente no puedas por nosotros elegir el camino.

  Gracias por dejarnos invadir por entera toda tu vida.

                                   De Iñaki a  P.M.S.

¡Un Homenaje a la Poesía!