jueves, 12 de noviembre de 2009

La voz de los siglos








Editorial: E-libro.net

Andrés Galay

La novela descansa sobre un doble eje y allí radica su infrecuente originalidad: por un lado es, sin duda, una novela histórica que adscribe a todas las reglas del género; por otro, descifra la Historia en el marco de una fecunda ficción. Del año 1346 al 2006, Colón, Napoleón, Hitler, entre tantos otros, son vistos y diseccionados por un narrador cuya condena es la inmortalidad.


FRAGMENTO:

Capítulo 7.6 Paralelas entre Guido Von List y Adolf Hitler

El árbol-que soy yo- es como Hitler frente al espejo (para comprender el presente...retrocedo): la muerte recrudece la muerte: su padre muere cuando Adolf tiene catorce, su madre a sus diecisiete; de sus 6 hermanos sólo tiene a Paula (a algunos no los llegó a conocer). Silencio, silencio: en mi memoria aparece el joven Werther. ¿Por qué Hitler, en su juventud, no se suicidó por un amor no correspondido, desde el puente, como lo había planeado? El desamor se encuentra tan cercano al odio. ¿Su antisemitismo nace en Viena cuando lee la revista Ostara? ¿O el odio era una semilla que llevaba desde siempre? El camino se aclara: Hitler relata el episodio con el gas mostaza, en la primera guerra mundial (en la camilla de un hospital se preocupa porque nunca mas leerá; gracias a la ceguera temporal, Hitler, desde la cárcel, escribe Mi Lucha). En vez de continuar por la línea temporal, me olvido de su libertad en silencio y retrocedo a 1923, a su revolución frustrada. ¿Qué hubiese ocurrido si uno de sus guardaespaldas no hubiese recibido los diez balazos que iban dirigidos hacia él? El Mesías parece tener las diez mil vidas de la cruz svástica. Antes de adentrarse en la política- no había estallado la primera guerra- Hitler se ilusionaba con ser artista. Durante meses se prepara para el examen...y es rechazado por la Academia de Bellas Artes. Agobiado, busca cambiar de aires, olvidar lo sucedido; desde la hermosa Viena, le escribe una carta a su amigo: "Tú sabes que, sin exagerar, siempre creí que el mundo ha perdido mucho al yo no poder asistir a la Academia y así aprender el aspecto técnico de la pintura. Amigo mío, a veces me pregunto: ¿el destino me habrá elegido para otra cosa?".

Cuando uno se deja llevar por el influjo de la escritura no existen los límites; la palabra escrita se nutre de mentiras; los números de lógica: Wotam es atado a las ramas durante 9 días y 9 noches y al bajar comprende los 18 símbolos. Como si fuese una neblina, Guido Von List, en 1910, había visionado 3 fechas claves para el mundo ario: 1914,1923 y 1932. En 1914 había comenzado la guerra, en 1923 se había frustrado la revolución. 1932, ¿sería el ascenso de Hitler al poder?

Sabiendo que en las votaciones nunca llegaría a la mayoría absoluta, Hitler reúne las firmas de grandes empresarios, conservadores e industriales; en la carta yo puedo leer el pedido a Hindenburg de que Hitler sea canciller (el puesto se encontraba vacante). El metro noventa y cinco de Hindenburg vuelve a ser- pese a la vejez- gigante: el 2 de diciembre elige a un nuevo canciller. ¿Dos de diciembre? Faltan 29 días para que termine 1932...silencio, silencio: ¿Von List se equivocó? La perturbación lo lleva al insomnio; recorre su cuarto, se recuesta en la cama y...se imagina la disolución de su gran sueño, el nacional socialismo. Adolf, levantándose de la cama, se refugia en su escritorio, con la pluma: "He renunciado a toda esperanza". Mira a los costados, desesperado (Goebbels intenta calmarlo): "Si el partido llegara a desintegrarse pondré fin a todo con tres disparos". Pero...la fuerza extraña siempre aparece: me aleja de Hitler, de Hindenburg, de Goebbels. Por la bandera que veo afuera, continúo en Alemania...este hombre desconocido hace un informe para Inglaterra...no...lo hace para los Estados Unidos: "Hitler está terminado. No como agitador o líder de una minoría, sino como un posible dictador".



LE HE PEDIDO A ANDRÉS  GALAY QUE NOS DIERA MÁS DETALLES SOBRE SU NOVELA Y ESTO ES LO QUE NOS HA REGALADO. NO OS DEFRAUDARÁ, ESTÁ MARAVILLOSAMENTE TRABAJADA.




Estructura de la novela


Muchos hablan sobre la inspiración, sobre las musas o simplemente dicen: tuve una gran idea. Para hacer una obra literaria, como La voz de los siglos, que transcurre de 1346 hasta el 2006, hace falta constancia, sudor, locura, imaginación e inteligencia para saber que va, que no y desde donde se lo encara. La novela me llevo mas de 1000 días(¿usted se animaría?) y para comprender la historia- soy escritor y no historiador- tuve que leer mas de 80 libros y en varios momentos de la novela perdí noción de realidad…como si estuviera viviendo adentro de la novela; así que si esta inspirado o tiene alguna buena idea, escriba un cuento y no una novela.
Todo el proceso de escritura lo hice junto a mi profesor-que sabe muchísimo mas que yo-Osvaldo Gallone: durante todo el año tomaba entre 2 o 3 clases semanales en donde me corregía lo que había escrito en los días que no tenia clases(un día escribí once horas en un día; mi record). Antes de encara cualquier hecho histórico: iba a las librerías de la calle Corrientes (en Argentina) y compraba los libros que tuvieran diferentes ópticas de un mismo personaje o hecho histórico. Leía, leía y leía…hasta estar adentro de la historia; estaba tan metido que, como lo vivía en presente, no necesitaba poner los años o las fechas (un día caminaba por la calle y pude imaginar a Cristóbal Colon de rodillas en la arena). Recién ahí me ponía a escribir, cuando yo estaba con ellos, en la época que fuere. El momento más importante de la novela- desde todo punto de vista- fue cuando mi personaje tuvo que hacer su propia lectura de La Biblia. Como es un texto al cual respeto muchísimo- es una novela increíble- me dije a mi mismo: “Si no estoy a la altura de La Biblia- lo cual era muy posible- no la incluyo en la novela”. Cuando pude hacer una lectura de la biblia y reescribir el apocalipsis-me llevo un mes y solo fueron dos paginas- me sentir fuerte como escritor, creyendo que lo que vendría seria mucho mas sencillo (aunque no se si así fue).
Antes de comenzar a escribir La voz de los siglos, ya tenía el principio y el final. Desde el punto de vista de la estructura, decidí hacer 8 capítulos porque es un número par y porque representa al infinito. Como la prosa a veces se me volvía densa -son 63 mil palabras- recurrí al cuento, al ensayo y a la poesía para hacerlo mas dinámico (como sueños). Y como no podía meter 660 años de historia en una novela –apenas son 280 páginas- hice que mi personaje meditara en un bosque durante 98 años, o que aprenda diferentes lenguas a lo largo de un siglo. Las obsesiones de mi personaje son: la muerte, el recuerdo, el olvido y la destrucción.


Personajes y momentos históricos


Antes de comenzar con la novela ya sabia cuales iban a ser los tres personajes principales históricos: Colón, Napoleón y Hitler. Pero, de tanto investigar, me encontré con personajes que no conocía y cobraron gran relevancia en la novela: el primero fue Federico el grande, un príncipe homosexual en el siglo XVIII que en su juventud fue castigado por su padre el emperador prusiano Federico I(a tal punto que lo mete en una cárcel y mata a uno de sus amantes). También me llamo la atención que las tres mujeres mas poderosas del mundo - Madamme de Pompadour en Francia, María Teresa en Austria y La zarina Isabel en Rusia- se hayan unido para derrotarlo. Otro de los personajes que me gusto mucho fue Fouché, conocido como el hombre de las dos caras: luego de la revolución francesa mata a 1600 monárquicos en solo tres semanas; cuando es enjuiciado se muestra como un hombre débil e indefenso. Los grandes personajes históricos- a diferencia del Héroe Actual- son ambiguos. O unos hijos…

Con respecto a los momentos históricos, el mas interesante me resulto la época del nazismo, porque tiene todos los matices: el control de los medios, los extraños gustos de Hitler, las locas teorías teosóficas, el cine, el gigantismo, la radio, el arte, la censura de los libros…o sea: uno de los constructores del capitalismo, junto a los Estados Unidos. En un momento estaba tan saturado del nazismo- mi mama es judía y yo ateo-judío- que tuve que descargar toda esa tensión en la ficción: y así fue como escribí “El misterioso tío Adolf”, un cuento delirante, mitológico y humorístico.
Mientras escribía del nazismo comencé encontrar puntos en común con el imperio romano y así fue como fui intercalando la historia de Hitler con la de Julio Cesar y con la de Alejandro Magno. Fui construyendo su ascenso político y también me di cuenta que el saber general de la gente sobre la historia es sobre descubrimientos o derrotas(Napoleón es sinónimo de Waterloo y Colón es Pinzón gritando: Tierra, tierra). Seguí con Hitler y Julio Cesar en todo su esplendor y se me acercaba la Segunda  Guerra Mundial con dos problemas para la novela: tendría que escribir por lo menos 100 páginas más y se me iba de tono, ya que lo que quería mostrar era el esplendor del imperio y no su decadencia (era una cuestión estética). Por dicha razón tuve que tomar una determinación: cuando comienza la segunda guerra mundial, mi personaje se va a reflexionar en el desierto y se hace una pregunta: ¿Qué es el tiempo?
Por ultimo: creo que para leer la novela no hace falta ser historiador ni saber tanto de historia, porque mi personaje- que no tienen nombre- va conociendo a los personajes históricos a la par del lector. Hace 9 años que escribo como un adicto- a la escritura- y la verdad que creo que esta es mi gran obra. La novela es el fruto del amor que me dieron mi mama y Ricardo, de primas y tios, de Mateo, de mis amigos del secundario, de Olga y su perro Theo, y del conocimiento y la paciencia que me tuvo mi profesor Osvaldo.
Si desean comprar la novela : www.e-libro.net
Si quieren leer fragmentos de la novela: www.lavozdelossiglos.blogspot.com
Si desea comprar una edición impresa: producción@e-libro.net

GRACIAS ANDRÉS, ES UN VERDADERO PLACER TENERTE EN PLATAFORMA DE AUTORES NOVELES.


PLATAFORMA DE AUTORES NOVELES

miércoles, 11 de noviembre de 2009


El Otoño llegó..con él, los días grises,lluviosos, a veces fríos..que nos abren las puertas de la melancolía y la tristeza. Leamos un libro para que lo gris se vuelva blanco y que el sol de la lectura deje de lado las nuves del Otoño...leamos un libro.

Miguel Angel.

Plataforma de autores Noveles.

CRÓNICA DE UN ENCUENTRO.



Homenaje a Abraham


Hoy queremos traer hasta vosotros un poquito más de Abraham Méndez Ramos a través de la persona que mejor le ha conocido, Maribel Francés.
Maribel nos ha abierto las puertas de su casa, nos ha obsequiado a pasear por entre la diversidad de obras hechas con las manos de Abraham, dibujos en su estudio, figuras de ladrillo recubiertas en arena colorida alrededor del jardín, su propia cruz destacando sobre la vida esperando paciente a su momento, radiografías transformadas en hermosos cuadros como mariposas “radiografías de su enfermedad”.
Maribel nos ha guiado por su taller, incluso nos ha mostrado otro rincón aun más intimo y personal, un hermoso escritorio con sus herramientas de labor, temperas, lápices y hojas en blanco que se nos ofrecen para que las continuemos.

Abraham es como nuestro pequeño Leonardo Da Vinci; polifacético, artista, inventor, mecenas, autor, coleccionista, amigo de sus amigos, hombre accesible con flases ingeniosos en los momentos más inesperados, sin buscarlos, como apariciones sistemáticas involuntarias que se revelan limpias caídas a sus pies.

Aunque de todas las facetas y anécdotas cabe destacar su valentía, aun hasta en sus últimos momentos quiso dejar las cosas preparadas, empacadas y en orden hacia los demás y el mismo, tres meses antes de su pérdida dejo escrita su carta póstuma, y es que hay que leerla para creerlo.

Unos tres meses antes de abandonarnos le pregunto a su médico ¿dime, cuanto tiempo me queda? porque ando justo de eso, de tiempo; porque quiero acabar mi último libro.


Convocó a sus seres más queridos y les solicito que le instalasen un ordenador y una impresora en la habitación del hospital y a diario daba instrucciones a su familia de las cosas por hacer.

Mantuvo este ritmo de trabajo hasta acabar su última obra, nos dejo veinte horas después.
Hermanó a Roda de Barà con Medinaceli “población de Soria con restos de la antigua ciudad romana” como insignia y estandarte “El Arco del triunfo” en sendas localidades, nosotros hemos tenido la suerte de admirar el arco de Bará forjado por sus propias manos en su jardín.
Incansable mensajero, llego a batir el récord güines de cartas a la sección al director, como anécdota citaremos que el director de un periódico de gran tirada un día hizo hincapié con el siguiente comentario “es que hoy Abraham no ha escrito”.


Ayudo a familias necesitadas ofreciéndoles empleo y en lo personal, incluso a riesgo de ser castigado por la justicia por dar la cara en ciertos asuntos en los que todos pensamos pero que no nos atrevemos a decir. Legó sus propias colecciones como un obsequio hacia nosotros, el museo del escritor, entre la que podemos encontrar su colección de corbatas firmadas y donadas por personas tan ilustres como Rafael Alberti. Promovió personalmente iniciativas como el bosque de los libros, certámenes literarios que han adquirido dimensiones extensas como las cartas manuscritas, apoyó a otros autores para que vieran la luz.


Abraham ha sido un visionario, un soñador que ha logrado cumplir gran parte de las inquietudes que a todos nos acompañan y como a semillas arqueadas las ha transformado en realidades como poemas y relatos para repartirse en todos nosotros.


                                            
A Maribel Francés, a quien hemos tenido el privilegio de conocer, a quien queremos agradecer su amabilidad, su disposición, su entereza, el tiempo que nos ha concedido como un deseo cumplido para nosotros, y por supuesto todo lo mejor.

A Abraham Méndez Ramos.

Un domingo perdido cruzado en agosto me ha tocado con sus dedos a media tarde algunos sentimientos, algunos pensamientos que a veces me han preguntado por una vida a medida, centrifuga, diversa, troquelada de inquietudes que amadas por igual han abordado y socavado con diferencia por entre las artes disciplinadas, tercas autodidactas, sin reglas, abstractas, húmedas, escurridizas, sin cánones, derramadas rasas y curvas, húmedas secas con arcos con flechas dispuestas a irrumpir, a defender a mazazos a juzgar opiniones libres descontaminadas de academias vendimiadas en dogmas secretos de unos clanes anclados perpetuos sentados en muchos, en demasiados hombres dignos envueltos de algodón, engañados mentidos. Lideres capaces que amasan en su voz al resto, a los que se quedan.

Y a los que no entran los busco, les quito la fuerza, les asalto el coraje, arroyo sus conocimientos, su fe, con arrojo y devoción les despacho sobre mi nombre hacia el glaciar hasta quedar exhaustos por tanto lastre tragado de otros escuchado, rescatando tragedias, suicidios, dramas como estrellas apagadas, extendiendo siempre en la madrugada salvoconductos de gusto como hombres de bien, con lo necesario incluido; un cacho de sí mismos, como niños llevados al circo mudaban sus cuerpos a cada caja sacada del saco.

 Ilusiones Verdi naranjas, tomates como calabazas, helados premiados a sabor risa, consejos asusta miedos, fantásticos guepardos de Angola mansos por voluntad para proteger con su presencia, mandolinas con cuerdas con magnolias también para tu olfato, requesones que resuenan como melodías en tu paladar. Muñecas de trapo con el nombre de tus hijas calcado a sus ropas rellenas con todo el cabello atrás quedado, como ellas mismas como un espejo.

Pasaportes con magia que a cada frontera cambia y te inscribe como amigo en los registros “ahora has nacido en Alemania” hasta que las cruces, hasta Polonia. Mantones que son caserones invisibles sobre la noche en la que solo caben familias como las vuestras. Zapatones desgastados a los ojos, forrados de plumas donadas para tus pies, que te andan aun tu quieto de pie dormido te acercan al lugar en el que este día quedaras fuera de peligro.

 -- Yo para mí también quiero las cajas de dentro del saco sucio y roto
Soltado a las puertas del cementerio.

A treinta brazas sobre la lapida que da acceso al refugio debajo de mi nombre sobre un glaciar lúgubre apartado abierto a los escogidos, y entre ellos Abraham Méndez Ramos; a donde a todos los mezclo, los agito, los invito a compartir el don de cada uno para aprender y enseñar tantas cualidades como hombres hay, porque se les necesita a cientos por entre los seis mil millones que aquí habitamos, porque ellos mediaran en las disputas con sentido del honor. Justos y honestos nada prometerán con palabras huecas vacías que nosotros no seamos capaces de cumplir hacia nosotros mismos; porque nada quiero para mí si mis manos no han estado presentes.

Azules les devuelvo a sus cuerpos, los ordeno. Azules turquesa ahora les veo, con misivas saltan, se pierden desde la parte de atrás del mundo, se meten adentro, en la parte más extensa, más amplios, fecundos. Y te pasan, atravesados te cruzan entero y el alma obliga tu forma inmóvil; te gira, les miras, les entiendes, les sigues, te quedas.

                                                
  A Abraham, a quien no me importaría seguir los pasos en solo una porción de lo que nos ha dejado.  


PLATAFORMA DE AUTORES NOVELES

¡Un Homenaje a la Poesía!