Trayendo el recuerdo de que en Somoto, Nicaragua, este mes de febrero no sólo sobresale por ser el 14 el día de los enamorados, sentí escribir sobre la amistad, pues allí, Febrero es el mes del AMOR Y LA AMISTAD… Y tras una larga, infinita, eterna peregrinación en la que sigo caminado sin senderos definidos, con mi mochila siempre lista, viendo hoy la película CONVERSACIONES CON DIOS (http://www.megavideo.com/?v=0GSPDD71), una frase se me presentó majestuosa, como muchas otras que para mí, pasaron a ser indicaciones directas provenientes de sabidurías ancestrales, de Dios, del Todo, del Tao…: LOS AMIGOS EN LA CALLE ES DIFICIL HACERLOS… PERO MUCHO MÁS, PERDERLOS…
¿Qué no es la calle sino las etapas más difíciles de nuestros senderos?... Donde nuestras programaciones mentales proveniente de la cultura y la aberrante educación materialista a la que fuimos sometidos se derrumbaron por completo, o por lo menos, las defensas de la misma mermaron lo suficiente para sentir la vida desde nuestra Alma, desde lo que realmente somos…
¿Qué no son los amigos o los compañeros de camino más, que aquellas personas donde encontramos una conexión más profunda que la cotidiana programación donde siempre nos perdemos?...
Y de esta forma, el AMIGO siempre perdura en el tiempo eterno de nuestros corazones, donde no importa el espacio, ni las llamadas, ni las circunstancias de cada cual para sentirlos presente a cada paso, a cada instante… Para aunque años, siglos, o eones pasen, de pronto, en un instante, vuelvan a sentirse presente en nuestro Estar, en nuestro Sentir, y aparezcan más vivos que nunca, aunque alguna vez los pudimos creer muertos e inexistentes…
¿Será por esto que la muerte no existe?...
¿Será, que realmente la muerte no existe?.... ¿Será que nos engañaron desde siempre?...
Con los dedos de una mano se cuentan los amigos y dedos sobran… pero siendo así, en nuestra actual situación mundana y terrenal, trascendiendo las fronteras de la materialidad, esta frase se hace falsa y los amigos comienzan a surgir como las flores en primavera… Sólo hace falta vivir desde nuestro corazón, desde nuestro sentir, desde ese observador aparentemente frío del que tanto enseñó J. Krishnamurti, que pronto se convierte en la compasión y en el amor incondicional que nos enseñaron Buda y Jesús, cuando tal cualidad de observación se dirige hacia el corazón, hacia la FUENTE, donde el Amor, la Sabiduría, y la Voluntad divina lo espera para dirigirlo hacia el camino que nos llevará a la real cesación del sufrimiento y gozo eterno…
Por eso, a todos y todas os deseo, FELIZ MES DEL AMOR Y LA AMISTAD.
ISAAC FERNÁNDEZ DE LA VILLA.
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