lunes, 16 de agosto de 2010

Respuesta Abierta A Isaac Fernández de la Villa.


Aclaración necesaria

De entre todo lo que se publica en este blog compartido no siempre vamos a estar de acuerdo con las diferentes exposiciones que cada uno aporta en el género literario escogido con los consiguientes matices de un estilo propio, único y personal que es el que nos diferencia del resto.

No, no estamos aquí para hacernos la ola los unos a los otros, para nada, no lo crean así. En ciertas ocasiones tenemos que emitir opiniones divergentes porque existen distintas formas de pensar, y si hay algo que se ha de quedar fuera de este espacio es la censura porque de aquí se la destierra.

Aquí no hay trampa ni cartón, será Isaac el primer sorprendido porque nada sabe de esta encerrona de la que por supuesto no sería licito ni honrado por mi parte haberle avisado, eso sí, deseo trasmitirle ciertas opiniones dirigidas de forma abierta sin tabúes a modo de critica pero siempre con todo el respeto que yo sea capaz de hacerle llegar.


Sobre ser blanco no evita sufrir el racismo, y entre líneas otros.

Hoy no vendré a compadecerme de ti sustancioso ser, no creas ni por un momento que lo hare, son tus manos las que están llenas de tantas realidades hermosas; si, de aquellas de las que te ocupan y te envuelven la piel que nos adorna y nos une a los huesos que rellenos de músculos nos permiten abrazar eternamente a todos los que asaltan nuestro interior; miradas y abrazos son lo mismo, son dos que caminan sobre una misma dirección, nos descubren ante todo y todos.

Ahora desnudos cerramos los ojos, nos oyes llegar, nos hueles los cuerpos, nos palpas los rostros y volamos sobre tu imaginación como jazmines de papel aromatizado con voces que preguntan por ti; voces henchidas y quebradas son las que te buscan para saber cómo navega un mundo, y aunque solo a veces te pienses, álzate sobre el universo porque no solo de sufrimiento y desdén se compone la materia que nos hace enteros, no solo de miseria y de hambre nos nutrimos.

Y ese don dinero con ricos atuendos no te harán completo, piénsate de nuevo, será tu libertad aun más corta y menguante como una luna sin sol; apretaras tu cintura de bolsillos llenos de acciones mojadas del sudor de otros, atraparas a las ideas huecas con guindas de avaricia sobre sus crestas. Los sueños son solo sueños, y son deliciosos, pero yo elijo donde quiero estar, siembro y labro mi propia tierra junto a los míos, junto a los que quiero en cada mañana, hoy me quedo en Nicaragua, me quedo junto a ti; me gusta tu palabra, tus intenciones, incluso me alimento de algunas de tus ideas aunque no comulgue con todas; hasta hago puzles con tus reflexiones y advierto entre líneas en ciertas ocasiones algo más que solo grandes verdades, advierto juicios con verdugos que continuos se afanan en culparse una y otra vez con un único juez, con uno mismo.

¿Dime cuál es tu desgracia? Tú que eres joven, que tienes salud, que tienes quien te espera, que tienes a quien educar, que tienes con quienes compartir en cada día, tú, que te has forjado a imagen y semejanza de lo que predicas y persigues; a ti que la palabra te acompaña y se te entrega ¿dime cuál es tu desdicha? Si la vida te ha concedido tantos atributos como tantos sentidos te conforman entero, tú has elegido donde quieres estar, además de andar cumpliendo cometidos que se salen de los libros por las tierras y las acequias en las que aún queda tanto por hacer, ni de pensamiento les puedes dejar huérfanos. Y dime donde, en qué lugar de este microcosmos en el que todos habitamos no se da la xenofobia, el racismo, la envidia, el ansia de poder, la lujuria, la desgracia, el lujo y todo lo que se podría sumar sobre la interminable lista de nunca acabar que se repite una y otra vez en la historia, pero de todo esto como parte de las épocas y también como parte de la vida misma y de nuestro presente se alzan los contrarios, los opuestos, se alza la entrega, el coraje, la constancia, la fidelidad, el compromiso, se alza todo el resto de las cualidades que nos hace humanos pero nunca perfectos.



No será hoy cuando yo gaste ni una sola de las silabas de nuestro idioma en intentar convencerte de que nada se gana con auto-compadecerse. No será en esta ocasión cuando se encuentren unidas nuestras opiniones, lo siento, pero para mí los más valientes son lo que se quedan y se enfrentan, los que se van ya nada más sabrán, ya nada más padecerán, nunca más volverán a amar y a ser amados.

El inverso del sufrimiento es la dignidad, y no hay sistema capitalista que nos la pueda arrebatar.

Podríamos citar a cientos de seres que se quemaron la existencia para otorgarle valor a este vocablo tan necesario.

Iñaki Rd.

Isaac, te aviso de antemano que si hay replica a esta entrada y así lo espero, no te podre contestar hasta pasada la segunda quincena de septiembre, pronto nos volvemos a reencontrar.

Un tremendo abrazo.

1 comentario:

  1. Hay quien confunde la autocompasión con la tristeza inherente de quien no haya su sitio, pues todos nacemos con un Destino, y es nuestra obligación encontrarlo.
    Quien se ata a la tierra y a la obligación sin vivir su vida es quien desperdicia el único recurso indispensable, el tiempo, pues sólo tenemos una vida para hallar nuestro destino.
    La tristeza previa a dejar marchar aquello que no nos pertenece más que en la tierra es una reflexión que creo útil para aquellos que procuran no pensar más que en la vida, ignorantes de que esta sólo halla su sentido en la muerte.
    Son afortunados los que se han ido? .
    Sin duda, pues ellos ya cumplieron su misión o pasaron su prisión, mientras que los que quedamos, tenemos que seguir buscando nuestro fin, o nuestro sopor.
    No se dá la intolerancia en el corazón del hombre justo, y tampoco en el sitio en donde debes estar, insistir en quedarse en un lugar del que no eres, es ser como ese grano en el culo, insistente en su existencia.
    Dices que no sólo desgracias alimentan nuestra existencia, y es verdad, pero hallar eso exige el valor de luchar por ello.
    En cuanto al sistema, es cierto que no despoja de su dignidad a quien no se deja, pero no me haga escribirle una lista de aquellos mártires que le hicieron frente por respetar su dignidad, aprecio mucho mi teclado como para quemar lo en una tarea tan ardua.
    No soy Isaac, pero le conozco, y puesto que se escribió en 2010, me creo con derecho a responder si no por él, por mí mismo.

    ResponderEliminar

¡Un Homenaje a la Poesía!