lunes, 4 de octubre de 2010

EL DESAPEGO Y SUS CONFLICTOS NECESARIOS.


El desapego, en lo espiritual en cuanto al proceso de liberación de la materia, no se trata como puede parecer por las historias de iluminados que dejaron todo atrás, incluida familias y pertenencias, de algo que requiere fuerza de voluntad para llevarlo a cabo… No es sacrificio, el sacrificio en estos casos, para la persona que realiza el acto llamado “el gran desapego”, sería seguir poseyendo cosas y personas, seguir atado a cadenas emocionales y sosteniendo las preocupaciones de mantener las cosas que se poseen, que sufren de desgastes y pérdidas, lo cual provoca sufrimientos que para le persona que llegó a este punto, se hacen insufribles.
El gran desapego es realizado sin apenas darnos cuenta, porque existe una presión que nos empuja más allá de la comprensión mundana, es nuestra alma tirando de nosotros, es la infelicidad de cada día mientras no le hagamos caso, y así, o descendemos a las miserias de la perdición humana para intentar no sentir tal presión, o no nos queda más remedio que dar el gran paso… Paso que si es el momento adecuado, no será saltar al vacío como podrá parecerles a quienes no lograron llegar a tal punto ni comprender lo que nosotros, pues a nuestro lado, en la invisibilidad de la energía consciente, tenemos nuestros guías y Maestro, esta vez con M mayúsculas, que incluso pueden habernos dejado solos para ya no depender de ellos sino del Maestro interno, el que tanto tiempo nos estuvo presionando con dolor y sufrimiento hacia el lugar donde nos encontramos… Claro está que aparentemente no todos estamos preparados para el gran desapego de un día a otro, pero ciertamente de un momento a otro algo puede suceder y toda nuestra vida cambia de rumbo, así que no creamos que el gran desapego es algo propio de místicos eruditos en conocimientos ancestrales… Todos realizamos desapegos en innumerables ocasiones, cuando el trabajo se volvió insoportable y lo dejamos aún sabiendo que quizá no tengamos otro pronto, cuando la convivencia familiar se torció hacia una constante angustia insufrible, cuando los padres se pasaron de protectores y sentimos la prisión que nos procuraron, etc… Así que olvídense de que los caminos y pasos espirituales son algo lejano propios de ermitaños. Esos tiempos ya pasaron… EL DESAPEGO ESTÁ A LA VUELTA DE LA ESQUINA… quizá el gran desapego parezca estár más lejos, pero para quien de pronto, a la vuelta de la esquina encontró el desapego de la mundaneidad para elegir el apego a sendero espiritual, el gran desapego podrá llegar en cualquier momento… Dependerá de nuestra disposición a dejarnos llevar por la vida, la verdadera Vida, no esa que consideramos como vida cada día, cuando en realidad estamos llamando vida a la muerte de las cosas.




Isaac Fenández de la Villa.

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