

El Ego es una herramienta para la individualización del espíritu global, por encima de nuestro espíritu personal, pues sería lo que le da la peculiaridad, o aparente individualidad a cada ser encarnado, independientemente de su avance espiritual… Sería absurdo y aburrido que todo aquél que llegue a ser iluminado, o que actuase desde su espíritu o alma evolucionada, actuase de la misma forma terrenal, y haciendo lo mismo que los demás, serían robot similares a los que pretenden las sociedades que conocemos basadas en la materia… ¿Son todos los árboles iguales aunque todos sean árboles?...
Aquello que muchos llamamos Ego, y consideramos como algo negativo, no es más que la programación mental, el condicionamiento social y cultural que programo a nuestra peculiaridad que nos individualiza al manifestarnos con cuerpos físicos, en plural pues afecta nuestros cuerpos etéricos o sutiles…
Lo dañino que muchos consideran Ego, es sólo su programación, ¿es una computadora u ordenador algo malo o bueno?...
Se trata de la programación realizada en su sistema operativo que la hace funcionar, la que la califica por sus actos y análisis… Así el Ego en forma básica, sería como el sistema operativo peculiar de cada computadora u ordenador, y el Ego Condicionado o programado, es la especialización o personalización de nuestro ordenador…
La otra cuestión importante está en: ¿Es posible que nuestro ordenador, o nuestro Ego, actúe en forma por completo diferente a la que concebimos normalmente?... Aquí es donde entramos en lo místico, pues muchos son los que afirman que disolviendo la programación del Ego, éste es capaz de servir en forma distinta; dejan de trabajar bajo una programación que se basa en pasado y futuro, para participar de de una transmisión inteligente de características especiales que se basa en el AHORA, en el Aquí y Ahora, que tanto indican muchas filosofías espirituales… Síendo esto como si pusiéramos a nuestro ordenador en conexión remota con nuestro yo real, con nuestro Maestro interno, que no está sujeto a tiempo alguno… Lo cual sería una evolución de nuestro potencial humano, poco analizado por las sociedades que conocemos y nos educan, por sus tendencias a crear borregos serviles más que seres evolucionados inteligentes, pero muchos ya contemplamos tal posibilidad como realidad, y otros ya la dejaron plasmadas en la historia como destino al que cada cual deberíamos llegar más tarde o más temprano.
Isaac Fernández de la Villa.
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