viernes, 23 de abril de 2010

¿ESCRITORES EN VÍA DE EXTINCIÓN?...



ISAAC FERNÁNDEZ DE LA VILLA.

Si llamamos escritor a todo aquél que escribe, es imposible que los así llamados escritores estén en vía de extinción. Pero si comenzamos a diferenciar el simple hecho de escribir y revelar ideas o conceptos en el puro campo comunicativo, de la capacidad de trasmitir en forma de conectar con el alma del lector, vemos que no todo aquel que escribe es Escritor, al igual que no todo aquel que habla tiene que ser un buen Orador.

La llegada a las sociedades de computadoras (ordenadores) e Internet, ha provocado que pudiendo escribir sin máquinas ruidosas y el cuidado de no equivocarse para tener que reescribir la página, en poco tiempo haya nacido un número masivo de escritores. El tiempo para terminar una obra se ha reducido y simplificado exponencialmente, y hoy, cualquiera puede aventurarse a escribir lo que le de la gana con facilidad, para luego difundir lo escrito con la misma facilidad.
Hasta aquí todo bien; la evolución sigue su ritmo y simplifica la existencia humana ampliándole nuevos horizontes.

¿Cuál es el problema entonces?...

Para responder esto compartiré algo que mandé a una revista digital, la cual solicitó a sus lectores preguntas que presentaría luego a un reconocido escritor. La revista sólo publicó las cuestiones en sí, por lo que perdieron su peso específico, pero aquí lo comparto, en su plenitud y mejorado, pues en el trasfondo está lo que motiva este escrito:

“Mi pregunta o cuestión es en nombre de los escritores que habiendo nacido en una sociedad basada en la avaricia económica, encuentra que la mayoría de las editoriales ya no leen libros de desconocidos. Para procurar centrarse sólo en obtener esas grandes ganancias que saben les traerá tanto publicar viejos libros de ventas aseguradas, como editar a escritores que aprovechando los “booms” literarios de épocas pasadas, llegaron fácilmente a las listas de los más valorados.

Me explico:
En España de 1975 había solamente dos canales de televisión propiedad del Estado, y en blanco y negro. Cuando al poco de morir Franco se abrieron los fértiles campos de la democracia, estos fueron aprovechados por muchos artistas y escritores, para surgir con fuerza cantantes como Juan Manuel Serrat y José luís Perales, que siendo jóvenes por entonces, a su entera disposición encontraron un mercado virgen a explotar. Pero ahora vemos cómo sólo nacen cantantes frutos de grandes empresas comerciales que los lanzan al estrellato, porque antes, en un Show televisivo demostraron que eran capaces de generar grandes ganancias aún siendo desconocidos. Algo parecido está ocurriendo con los escritores y los más prestigiosos concursos que se realizan por el mundo, de los cuales se rumorean están amañados de antemano por intereses puramente comerciales y económicos, para incluso poder estar pagándose por ganar… Al igual que sabemos de escándalos por esto mismo, ocurrido en algunos prestigiosos certámenes de belleza.
Hoy día, tanto los artistas como los escritores que nacimos después de los “tiempos de campos fértiles”, donde democracias primerizas avanzaban impulsadas por un capitalismo aún con algo de humanidad, hemos de competir contra videojuegos, televisión por cable, adicción a los celulares (teléfonos móviles), la ambición por el dinero que no deja tiempo de pensar o leer algo, y contra aquellos que aún no escribiendo grandes cosas, tienen un padre rico que les pagará a quienes hagan de sus escritos algo vendible, para luego publicitarlo y hacerlo superventas por simple y puro poder económico.

Con esto no digo que esté mal publicar lo que sea rentable, esto está dentro de la libertad del ser humano para hacer lo que le venga en gana incluso si lo encamina hacia la autodestrucción. Mi exposición se dirige a la consideración de que es posible que la humanidad esté perdiéndose de grandes valores literarios, por la actual tendencia codiciosa orientada solamente a obtener grandes ganancias económicas.
Por las excesivas expectativas económicas se le cierran puertas de expresión a escritores humildes, los cuales pierden toda posibilidad de seguir escribiendo.(donde los hay que no pueden comprar un ordenador ni tener Internet). Porque no todos los que escriben lo hacen por simple entretenimiento: Y si un escritor, sintiendo que su vocación y felicidad dependen de dedicarse a ello a tiempo completo, tiene que someterse a cualquier trabajo explotador para pagar usuras hipotecarias y llevar pan a su familia, la frustración y el cansancio de quizá tener que cargar ladrillos doce horas al día, seguramente le impida ser feliz alguna vez… Y la humanidad pudo perderse de leer un nuevo Don Quijote.

Por tanto en base a lo anterior expongo mis preguntas:
¿Hay algún sitio en el mundo de habla hispana, sea organización, editorial, o grupo de escritores famosos que estén dispuestos a apoyar a escritores desconocidos independientemente de los recursos económicos que éstos tengan?... Porque si ellos tienen que poner el dinero para todo, al final estamos en lo mismo: Sólo los ricos pueden editar lo que escriben para luego ganar un dinero que realmente no necesitan… Para en algunos años, la humanidad lectora sólo poder elegir entre los viejos libros de quienes pudieron situarse en las listas de superventa por el tiempo favorable que les tocó vivir, o entre una infinidad de nuevos libros que sólo hablen de golf, yates, de cómo hacerse rico especulando de miles de formas, y de lo bueno que resulta vender nuestras alma al diablo, por adoración al falso dios del dinero que tiene su principal templo en Wall Street.
Y en caso que no existiese tal organización:
¿Podría usted hablar con quienes interesados en el tema puedan hacer que tal organización o como quiera que se la llame, nazca al mundo y pueda valorar nuestras obras con sinceridad y orientarnos sin desmedido ánimo de lucro?
¡Ojo!, que no me refiero a que editen nuestras obras por el simple hecho de que no tengamos dinero para pagar la publicación, la distribución, y la publicidad del producto para darlo a conocer. Hago hincapié en que Nos Presten Ayuda valorando nuestras obras primero, y si encuentran entre nosotros a quienes tienen algo que decir al mundo con sus escritos, que lo apoyen luego en lo demás, de forma que nadie salga perjudicado: Ni quienes apoyan, ni el escritor… Y quizá partes de las ganancias que se obtengan de esta forma, pueda servir para subvencionar a tal Grupo u Organización para que continúe tal labor. Aunque primero sí parece imprescindible la voluntad desinteresada y algún tipo de apoyo por parte de Escritores consolidados u otra gente con ganas de ayudar a escritores noveles sin recursos. Donde los tendría que haber tanto con conocimientos literarios y valores humanísticos sociales, como con cierta capacidad de ayudar económicamente para impulsar el proyecto, pero lo suficientemente libres de codicia para que no lo vean y conviertan en “una inversión rentable económicamente”, sino considerado como un bien social de rentabilidad espiritual y solidaria que pueden llevar a cabo.
Muchas gracias”.

Qué opinan ustedes. ¿Están en vía de extinción los escritores?...



2 comentarios:

  1. La cuestión que se plantea es digna de debate. Es cierto que por esta época pululan los nuevos escritores, existe una gran masa de personas que dedican tiempo a la literatura, pero tienen que sobrevivir de algún empleo que no los mhace felices, y todo esto sucede mientras el escritor sueña con que algún día obtendrá el reconocimiento, su obra será difundida y tendrá lectores. Muchas veces no existe una gran ambición económica en estos aspirantes a escritores reconocidos, estarían muy contentos con recibir el mismo importe económico que sus desdeñables empleos les proporcionan a cambio de dedicarse por completo a escribir. Yo mismo soy uno de aquellos soñadores, tengo escritas seis novelas y cientos de cuentos; no puedo decir que he tocado muchas puertas, pero en las pocas que he posado mi mano, he encontrado la indiferencia total. Esta desconsoladora respuesta ha hecho que me cuestione acerca del mundo egoísta en el que uno es eyectado, y ese cuestionamiento se ha venido contra mí mismo, porque yo tampoco leo a los autores nuevos, porque he participado en concursos en los que no he ganado y me han obsequiado los textos ganadores, y con sólo hojearlos, los he dejado, me han parecido malos y no he hecho el mínimo esfuerzo por entrar en esas historias. La conclusión que he sacado es que soy tan vil como todos los demás, pero eso no ha hecho que deje de escribir, aunque nadie llegue a leer mis escritos, sigo disfrutando de la actividad.

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